V CONGRESO IBEROAMERICANO DE JUSTICIA TERAPÉUTICA
“Las vocaciones se crean, no se nacen”.
De este modo, la Lic. Francisca Fariña, Presidenta de la Asociación Iberoamericana de Justicia Terapéutica y Catedrática de Psicología de la Universidad de Vigo, España, nos contagió la necesidad de aplicar y promover la Justicia Terapéutica, como una nueva vocación para la formación de operadores jurídicos con contenidos relacionados a la aplicación del lenguaje, que crea nuevas realidades, que a su vez, determinan emociones y que, de este modo, retroalimentan conductas.
Explicó que la ciencia del lenguaje puede mejorar la aplicación de la Justicia, aplicando las normas para potenciar a las personas. Normas que sean pensadas para el largo plazo.
Dejar las etiquetas de lado, para recuperarnos como “personas”. Seres emocionales. Ya no podemos basarnos sólo en la razón, para el dictado de las normas.
Que es la Justicia Terapéutica?
La Justicia Terapéutica estudia” “el rol del derecho como agente terapéutico”, analizando el impacto que una determinada ley, norma o proceso provoca sobre la vida emocional y el bienestar psicológico de las personas afectadas por su aplicación. El derecho se considera como una fuerza social que produce comportamientos y consecuencias, pudiendo ser estas tanto terapéuticas como antiterapéuticas, esto es, beneficiosas o perjudiciales para las personas a las que se aplica”…
“….La Justicia Terapéutica postula humanizar el derecho focalizando el lado humano, emocional y psicológico del derecho y los procesos legales, para así promover el bienestar de las personas a las que afecta…”(Hacia un proceso penal más reparador y socializador: avances desde la justicia terapéutica, Esther Pillado Gonzalez, Catedrática de Derecho procesal, Universidad de Vigo y otro, Dykinson, 2019
Al compararlo con otros procesos como la mediación, encontramos similitudes:
Este enfoque constructivo promueve el bienestar psicosocial de individuos y comunidades.
Respetando el debido proceso, propone centrarse en la pacificación del conflicto, con acento en el futuro.
Promueve recuperar la dignidad de la persona.
Trabajar con la “escucha”.
Sentir que el proceso se realiza con rectitud, neutralidad e imparcialidad.
En ambos casos, fortalecer el crecimiento mediante una labor pedagógica, holística, basada en conocimientos técnicos y académicos consensuados basados en la evidencia científica de la transformación de las personas cuando asisten a estos valiosos procesos de comunicación.
Capacitación:
Sugirió la Lic. Fariña que en los planes formativos de operadores jurídicos, debiera incorporarse la Justicia Terapéutica, entre cuyos recursos se encuentran la mediación familiar, la coordinación de parentalidad y los programas psicoeducativos dirigidos a las familias. Como conclusión, que estos recursos deben ser promovidos y recibir apoyo institucional.
Abordar científicamente conceptos como bienestar, dignidad, perdón o felicidad, entre otros, permitirá centrarse en la persona como ser emocional y responsable, siendo tratadas con profundo respeto.